SIN UN ANTES NI
UN DESPUÉS
Hubo un tiempo en que era
mutua la confianza
con los ojos cerrados me
dejaba por ti llevar
pasaron los años y siempre
fuiste para
mi lo primero
y por nada ni nadie te quise
cambiar.
Llevaba en mi interior el
sentido del amor correcto
el que nunca las ideas se
pueden cambiar
porque cuando se confía tanto
y tanto
no hay nada que lo pueda
ocultar.
Hasta que llega el día en que
te das cuenta
de que se llega a perder la
fe, las palabras
se tornan desconfiadas, frías
y distantes
y los días llegan a ser
monótonos y ausentes.
No se llegan a despejar las
dudas del porque
todo cambia en un instante sin
nada a favor.
La frialdad se mece en la
mente golpeando
con fuerza y los días pasan,
dando tristeza y dolor.
Nada será como antes, el
encanto se fue…
El orgullo da paso a palabras
mal sonantes,
la actitud se vuelve hostil,
no se desmorona
dejando poco a poco de existir
el antes y el después.
@Marisa
Prunera
-Llum-